Por Isabella Vera
Si no has visto esta serie en Netflix, te recomiendo que vayas a hacerlo porque habrá spoilers, si ya la viste ¿qué te pareció?, y si no la has visto no te preocupes, aqui te va un pequeño resumen.
La historia sigue a Jaime, un joven de 13 años, quien es arrestado como sospechoso de asesinar a una compañera del colegio. Durante la trama podemos observar todo el proceso que vive el adolescente desde sus charlas con su psicológico, el detective encargado del caso que busca entender el por qué, y la forma en que sus padres enfrentan la detención.
Pero… ¿entendiste su mensaje?

Bueno, en realidad muchas personas interpretaron que la serie buscaba hacer responsable a los padres sobre el tipo de crianza que le daban a sus hijos, que era consecuencia de no estar presentes en la vida de sus hijos, de tener hijos favoritos, ejercer violencia en casa o incluso de no ponerles atención.
Y sí, estos podrían ser factores, pero también lo son las redes sociales.
¿Cómo surgió la idea?
El surgimiento de la serie comienza cuando el directo de la serie, Stephen Graham, dijo para Tudum (El evento global de Netflix para sus fans) que no se inspiró en un caso en especifico, si no en varios casos:
“Me impactó: ‘¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando en la sociedad donde un chico apuñala a una chica hasta la muerte? ¿Cuál es el incidente que lo incita? Y luego volvió a suceder, y volvió a suceder, y volvió a suceder”.
La masculinidad y sus expectativas
El tema central de Graham era la ira masculina: lo que se espera de los hombres como hijos, padres, parejas y amigos; así como la influencia de la cultura digital y redes sociales. Esto le hizo cuestionarse la relación entre la violencia juvenil y las circunstancias sociales que la rodean.

Cuando escuchamos “masculino”, pensamos en estereotipos como fuerza, seriedad, autos, y el no expresar emociones. Estas expectativas moldean cómo los jóvenes creen que deben comportarse, y cuando esas emociones se reprimen, muchas veces terminan explotando.
El mundo digital: ¿libertad o riesgo?
Las redes sociales son un mundo que podría decirse, es desconocido para la mayoría de los adultos, sin embargo, para los jóvenes están muy inmersos en ellas; publican fotos, chatean con gente nueva y tienen acceso a todo tipo de contenido.
Un ejemplo sobre esto en la serie de Netflix es cuando se habla de la cultura Incel (hombres frustrados por falta de experiencia sexuales); y como los jóvenes al estar en contacto con las redes son conscientes de este tipo de términos y como el mismo acoso los influencia a cometer este tipo de actos. También aborda los casos de acoso escolar tanto dentro de la escuela como en las redes y un caso de sexting, que es el hecho difundir fotos íntimas sin consentimiento.
Todo esto impulsó a Grahamn a crear una historia que abordara todas las razones por las que los adolescentes son mas propensos a cometer este tipo de actos y centrándose en el porque en lugar de si es culpable o no; buscando generar un conversación sobre la vulnerabilidad de los adolescentes en un mundo digital.

En el último capítulo una frase muy acertada dicha por el padre de Jaime, que hizo reflexionar a muchos, particularmente a los padres que piensan que protegen a sus hijos es tenerlos bajo control y vigilancia excesiva:
”Pensaba que estaba a salvo en su habitación, tal vez si hubiera puesto mas atención”

La realidad es que no se puede proteger de todo, pero sí se puede hacer algo, abrir la puerta del dormitorio y empezar a hablar con ellos.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que estamos escuchando lo suficiente a los adolescentes?